La NAVIDAD es una fecha de gran importancia ya que es un sinónimo de paz, alegría y esperanza en una humanidad mejor. Durante estas fiestas recordamos el nacimiento de ese gran avatar JESÚS, que nos dejó grandes enseñanzas que si no las practicáramos viviríamos en un mundo tumultuoso.
En navidad se crea un ambiente armonioso pues la mayoría de la humanidad tenemos deseos de paz, para conversar con nosotros mismos, con nuestro ser interno y de arrancarnos todos aquellos malos pensamientos que nos abruman y nos hacen comportarnos mal con nosotros mismos, con nuestra familia y con quienes nos rodean, de aquello que entorpece nuestro crecimiento espiritual.
Es en este tiempo navideño en que se une la humanidad en el mas sublime de sus pensamientos, el amor hacia sus semejantes, por lo general lo expresa con regalos, se produce una enorme fuerza de paz y armonía que deseáramos que perdurara por siempre, no solo en estas fechas especiales.
Se ha comprobado la grandiosidad de esa fuerza constructiva, pues si nos armonizáramos diariamente con ella haríamos que el mundo fuera de paz y armonía.
Navidad es tiempo de amor que conduce a la inspiración, atributo esencial para el progreso espiritual de la humanidad. Los grandes artistas del pasado: pintores, escultores, músicos, etc., aprendieron la técnica de expresar sus sentimientos y pensamientos cuando estaban debidamente armonizados con su ser interno.
Intensas vibraciones de amor circulan en todo el mundo en tiempos de navidad, ya que es una época feliz y conveniente para meditaciones especiales.
Ahora hagan el siguiente ejercicio de meditación:
Siéntense cómodamente, con los pies sobre el piso, la espalda recta, las palmas de las manos sobre sus muslos y cierren sus ojos, a continuación piensen en lo siguiente: En estas navidades prometan ser humildes ante Dios y justos con sus semejantes, no dañar a ningún ser viviente, prestar auxilio con rectitud y justicia, ser fieles con el prójimo, nunca abusar de las prerrogativas y poderes que de manera temporal se les confieren, ni rebajar a nadie en vía pública ostentando las obras físicas o intelectuales que hubiéramos realizado, adorar siempre la verdad, mantener las manos limpias de todo hurto y un alma limpia de contaminaciones. Una vez hecho esto entreguen este pensamiento a Dios y digan HECHO ESTÁ.
ISRAEL CORONADO
